This test is run by .
Note that your final mark will not be saved in the system.
Note that your final mark will not be saved in the system.
El golpe de Estado de 1981 GapFill
Target Level
C
Running Total
0
0%
Attempt
1 of 3
You must fill all the gaps before clicking ‘Check Answers!’
¿Quién no recuerda el asalto al Congreso de los diputados en 1981? Grabado en mi memoria está el ruido de las treinta y siete balas en el techo del hemiciclo y la
del vicepresidente del Gobierno, con su avanzada edad, al
a los guardias civiles. Mientras que la mayoría de los diputados se escondía detrás de sus
, Gutiérrez Mellado no prestó atención a la famosa frase de Tejero: «¡Se sienten, coño!» sino al contrario, se mantuvo firme y de pie incluso después de los empujones de los
. Ni el mismo Adolfo Suárez pudo contener al general retirado mientras se dirigía hacia las fuerzas ocupantes para pedirles que abandonaran la sala y
sus armas. Las intentonas del líder de los golpistas de tirarle al suelo tampoco
efecto. Lo que se convertiría en el
de más de trescientas personas, entre ellos periodistas, taquígrafos, diputados, funcionarios y senadores, ha pasado a la historia como una prueba de fuego para la joven democracia española. Todavía existían muchos generales y ciudadanos que recordaban la dictadura con nostalgia
y que buscaban la vuelta a la misma. España vivía momentos de inquietud marcados por el descontento debido al aumento de
por parte de la organización terrorista ETA, la legalización del partido comunista y una crisis económica grave. Se puede concluir que el 23F dejó claro que los cuerpos militares debían asimilar que estaban a las órdenes del Gobierno y la democracia, y no al contrario. Una segunda conclusión es que el golpe
más que nunca la resolución clara del pueblo español de vivir en armonía y en democracia, y de mantener la libertad y dignidad.