Dictadores latinoamericanos GapFill

Para muchos latinoamericanos hablar de la historia de nuestros países supone recordar nombres de  rupturasperjuiciosdictadoresalientos que han liderado a lo largo de la historia dejando  expectativascensurassecuelassecuentra muy duras en muchos de los ciudadanos que vivieron bajo sus  dictadoresllantosabandonosmandatos. Mi familia y yo hemos crecido en Chile, donde en el año 1973 el dictador Pinochet consiguió el  podercensurafalloabandono tras un golpe de Estado. Como sucede en las dictaduras, se aplicó una fuerte política de represión. Yo era muy pequeño cuando esto ocurrió, pero aún recuerdo gritos y situaciones en las que se vivía una atmósfera muy incómoda e  armónicasosegadasegurainsegura. Algo que recordaré siempre es lo que se conocía como el toque de queda; esto era la hora a la que todos los ciudadanos debíamos  frecuentarhabitardestinarabandonar las calles y entrar en las casas. El control y la  mandatocensurasecuelafosa llegaban a su punto más alto. Imaginaos lo que sentíamos ya que no teníamos total libertad de movimiento o de expresión. Debías obedecer todas las normas impuestas por el líder si no querías tener problemas o acabar  muerteconfesiónencarceladocárcel. Con esto no exagero, os voy a contar algo que mi padre aún recuerda como si hubiera pasado ayer: uno de esos días cuando todos debíamos estar en casa, mi padre decidió  descubrirse escondersebuscarsetentarse en uno de sus rincones favoritos donde la paz era la dueña del lugar. Allí se quedó toda la noche oculto entre la sombra y cobijo de un árbol. Por la mañana, cuando decidió volver a casa tratando de no ser visto, un grupo de militares lo cazó. Tuvo que pasar dos noches en prisión y se llevó una buena  rupturablanqueasosegadapaliza que le dejó marcas de por vida.